Hoy vengo a contar qué es esta movida que llamamos Jueves de Música. Siendo este año su tercera temporada ha habido tiempo de sobra para pensar sobre lo que empezó siendo un proyecto loco que mi amiga Helena propuso hace ya dos años y pico.
Básicamente, un Jueves de Música es un evento abierto de música que se celebra una vez al mes (mas o menos) en el Colegio Mayor Isabel la Católica. La gente se apunta para tocar algo y se sube al escenario. A priori parece una idea super sencilla, pero tiene una cantidad de cosas detrás que ni os imaginais.
Para empezar, de sencillo no tiene nada. Cada mes, un equipo de unas 20-30 personas se organiza para montar el evento. Hay que comprar cervezas, preparar la sala, montar la barra, el escenario, el equipo de luces y sonido, el streaming… Todo. Y es un movidote.
Jueves de música es, a nivel técnico, lo que se viene a conocer como una putada. Tienes que microfonar todas y cada una de las actuaciones, con la salvedad de que no conoces a los músicos, ni lo que necesitan, ni cuantos son ni nada. Es un ejercicio de improvisación técnica sobre la marcha. Y además tienes que hacerlo lo más rápido posible, ya que detrás tuya tienes una sala llena de gente que ha venido a escuchar música en vivo.
En el cuerpo técnico suelen haber unas 5 personas, lo cual es un logro, ya que al principio de los tiempos (allá por el 2 de noviembre de 2017) eramos Paco y yo con una mesa de 6 canales y un par de micros de cable. A la izquierda estamos los dos pringaos intentando microfonar a 4 personas. 
Ahora contamos con 4 micros inalámbricos, 2 de cable, 2 petacas, un piano, una batería electrónica y un ampli para bajos y guitarras, y como todo técnico de sonido sabe, cuantas más cosas tengas, más fácil es que se rompan; desde una cerveza encima del piano hasta un pie de micro que se cae y rompe el micro. En resumen, una putada.
Una vez que el chapote técnico de recibo está hecho me gustaría escribir sobre el resto. Todas y cada una de las cosas que hacen a los Jueves de Música algo especial. Hemos pasado de no saber organizar a gente a montar equipos de trabajo enormes. Hemos aprendido a llevar contabilidades, a promocionarnos en redes sociales, a controlar riesgos de protección civil y como no, a cantar sobre un escenario sabiendo que hay gente ahí para escucharte. Permitir que cualquiera se suba al escenario es una cosa que parece muy fácil, pero que no lo es en absoluto, y ahí radica otro de los puntos especiales de este proyecto.
La semana previa a un Jueves de Música vas por los pasillos del colegio y solo escuchas a gente ensayar en sus cuartos. La entrega y el amor que tienen por el proyecto hacen que personas que apenas han hablado en su vida se junten para preparar una actuación. Comparten su tiempo y su arte con el resto de asistentes al evento. A quién esto no le parezca precioso no tiene corazón o no ha hecho nada con ilusión en su vida.
A mi solo me queda agradecer a todas las personas que nos permiten hacer los Jueves de Música una realidad. A toda la comisión de montaje y desmontaje, a mis compañeros de organización, la incansable colaboración de la Comisión de Informática (10 locos y locas que enchufan cables como nadie sabe hacerlo), a todo el público (fiel, la mayoría, que no se pierden ni un evento) y al colegio, por permitirnos usar sus instalaciones y equipos sin ponernos pegas.
Shoutout especial a Helena Martínez y Paco Luque, las otras dos personas que empezaron esto, que más que amigos son familia.
Nos vemos por los Jueves de Música. Más información en nuestras redes sociales Facebook
